El pasado 11 de noviembre, en el Salón de Actos de la Corte Suprema de Justicia, el Registro Único de Postulantes a la Adopción –RUPAT– convocó a la psicóloga Florencia Lalor, quien brindó una charla para más de 150 participantes, entre personas que están inscriptas en el registro o ya transitando el camino de la adopción.
La actividad fue presentada por el Dr. Hugo Felipe Rojas -Presidente de la Cámara Civil en Familia y Sucesiones, a cargo de la Dirección del Registro- y contó con la presencia de la Vocal Dra. Ester Julieta Valderrábano, de la Secretaria a cargo del RUPAT –Dra. María Silvina Miguel– y demás integrantes del registro.
Además de ser hija adoptiva y licenciada en Psicología, la disertante se especializó en familia y adopción. Ha publicado un libro sobre este tema, llamado “Ojos color café”, donde le da voz a la madre biológica, reconociéndola como una figura que generalmente tiende a omitirse, y explicó la importancia de integrar todas las partes.
La Lic. Lalor se refirió a su propia experiencia y profundizó en cuestiones teóricas referidas al trauma en la adopción, la identidad y la búsqueda de orígenes. Este primer vínculo, con la madre biológica, que se interrumpe a raíz del proceso de adopción, configura –según la especialista– un trauma emocional que debe ser atravesado por la familia con una mirada comprensiva y de acompañamiento, en la que siempre se priorice el diálogo.
“A mí me gusta pensar en la adopción también como en un ‘pasaje’. Un pasaje desde el nacimiento a otra mamá, que si bien deja una marca en el hijo adoptivo, esa marca se puede aliviar. Yo aspiro a encontrar la manera de poder paliar este pasaje, y así lograr que sea lo menos traumático posible. Después de haber leído y estudiado mucho, tengo mi propia conceptualización”, sostiene Lalor.
Para concluir, recomendó a las personas que decidan adoptar “que se informen acerca del trauma y el dolor que vive un niño que es dado en adopción. Es importante entender que para adoptar el amor no es suficiente. Hay que reconocer el lado triste de la adopción, y hay que poder hablar de esto. Hablando se puede sanar y además, el dialogo afianza los vínculos”.